Hablar sobre la construcción de arquitectura en la literatura, plantear que un escritor desarrolle un pensamiento arquitectónico, puede aparecer una tesis que corre el riesgo de ser cuestionada por concepciones disciplinares tradicionales. Este trabajo postula que las letras pueden ser un estado de la arquitectura, así como el dibujo pudiera ser otro.

Al indagar sobre los vínculos más íntimos entre palabra y arquitectura, aparece la posibilidad de reflexionar sobre la condición humana puesta en relación con la arquitectura, se trata de aproximarse a la condición más honda de la existencia, de adentrarse en la comprensión de la poética de habitar, de mirar la literatura como un registro de formas de relación entre la vida y el ámbito donde esta, para bien o para mal, se desarrolla.

Se tratará, por tanto, de investigar sobre los rastros que la arquitectura ha dejado impresas en algunas obras literarias de la contemporaneidad, evidenciando algunos casos en los que la literatura es un territorio idóneo para la ideación y la expresión, para la comunicación y la construcción “ingrávida” de la arquitectura. A partir del verbo y la línea, de la conversación y la práctica del análisis, se preguntará por aquello que de sí misma ha quedado enredado o registrado, que ha sido ideado o construido en la palabra desde la certeza de que "la palabra, como la línea, es un material de construcción"; considerando como "la escritura y el dibujo son técnicas constructivas y estados de la arquitectura".