una aproximación a la poética de Jorge Teillier: la arquitectura de la aldea seminario de investigación, DDTA, UBB, 2015
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La poesía debe ser usual como el cielo que nos desborda,

que no significa nada sino permite a los hombres acercarse y conocerse.

La poesía debe ser una moneda cotidiana

y debe estar sobre todas las mesas...

Sabías que las ciudades son accidentes que no prevalecerán frente a los árboles…

La poesía es un respirar en paz para que los demás respiren,

un poema es un pan fresco, un cesto de mimbre.

Un poema debe ser leído por amigos desconocidos

en trenes que siempre se atrasan,

o bajo los castaños de las plazas aldeanas.

Teillier, El poeta de este mundo

Hay un tiempo en “cada” historia de la arquitectura al que quisiera referirme, el período anterior a cuando el oficio del arquitecto aparece como necesario. Antes de ese momento, la arquitectura, en lugar de pensarse “intelectualmente”, era más bien el fruto natural de un proceso cultural colectivo, en estricto rigor, no había proyecto -al menos como lo entendemos hoy-, sólo una tradición sustentada por los oficios, lo que produjo inigualables ejemplos que superan en su respuesta y humanidad, a buena parte de la sofisticada producción contemporánea. Sobre esta “arquitectura sin arquitectos” que tanto admiraba Rudofsky, desde su “desobediencia crítica a la modernidad”, encontramos un registro ejemplar en la poesía lárica de Jorge Teillier, preservando la memoria de “la arquitectura de la aldea”, una especie de espacio en extinción que las nuevas generaciones, por una excesiva urbanidad, difícilmente podrán experimentar.

En una crítica oposición a la modernidad, simbolizada por su rechazo a la ciudad, refiriéndose a la experiencia poética, Teillier nos cuenta “el mundo donde verdaderamente habita”, desarrollando “la descriptiva del paisaje visto como un signo que esconde otra realidad”, para contar “la historia de un personaje contada con un marco de referencia que es siempre la aldea”, recordándonos que “las ciudades son accidentes que no prevalecerán frente a los árboles.”
La poética teilleriana, más allá de preservar la memoria idealizada de una vida pre-industrial, presenta el valor humano y lárico de las cosas, de la arquitectura, de la vida de provincia, frente a la indiferencia y ausencia de familiaridad que le suscita la producción contemporánea, “vacías, indiferentes, apariencias de cosas, trampas de vida”, en el decir de Rilke.

Teillier es un cronista, un observador, un crítico, pero ante todo un “hermano de los seres y las cosas”, un habitante de la tierra que nos recuerda con gran pesar como “el habitante de nuestros países pierde su individualidad gracias al lavado mental de la propaganda y deslumbramiento impuestos por el ejemplo de formas foráneas de vida; donde el burócrata técnico en planeamiento ha desplazado de la conducción de los pueblos al héroe.”
título: Una aproximación a la poética de Jorge Teillier: la arquitectura de la aldea
seminario de Investigación, Dpto. Diseño y Teoría de la Arquitectura, UBB, 2015
autora: Constanza Mariangel Quiroz
prof. guía: Rubén Muñoz Rodríguez